Muchas veces me han preguntado
que por qué no seguía escribiendo en el blog, la razón siempre era la misma,
“cuando tuviera algo que contar” ya que, en los últimos meses no había ninguna
variante que me indicara que se había producido un cambio en nuestra temporada
y, si bien tengo que reconocer que los videos de motivación, tenían su aquel,
entendí que no era cuestión de estar prácticamente todas las semanas poniendo
uno ya que la motivación teníamos que buscarla solas y no incidir tanto en que
ella nos encontrara.
Sin embargo, este pasado domingo,
tras el partido del domingo, sí sucedió algo, el equipo quedó matemáticamente
fuera de los playoffs y pasará a jugar la fase de descenso, por tanto encontrar
Delfos, a nivel de resultados, quedará perdido para siempre.
En estas situaciones lo
políticamente correcto es decir “de estas cosas se aprende”, “lo que no te mata
te hace más fuerte” “seguro que esto nos curte para el futuro” y cosas así,
pero yo digo otra cosa, la derrota es una mierda, no me enseña nada, no aprendo
nada para el futuro, simplemente lo único que hace es fastidiarme, me hacen
gracia esos entrenadores cuando llevan 15 partidos seguidos ganando y pierden
uno que dicen “es una derrota muy buena, nos servirá para futuros compromisos”.
Todo eso es una mentira que yo no
me la creo, como entrenador debes ser capaz de ver lo que tienes que mejorar
por encima de la victoria y de la derrota, en la primera puedes hacer millones
de cosas mal y si te ciega porque has ganado, estás demostrando tu ignorancia
total en este juego y por otro lado, si pierdes y no eres capaz de sacar cosas
positivas, abandona, yo no sería capaz de volver al primer entreno de la semana
siguiente y mirar a la cara a mis jugadoras pensando que todo lo que han hecho
es negativo.
Siempre tienes derecho a la
alegría de la victoria y al deber de la tristeza por la derrota, si eso no
pasa, no puedes ser ni entrenador, ni jugador, ni formar parte de un equipo,
pero ninguna de esas cosas puede cegar tu fe en mejorar aunque sea mínimamente
algo de ese equipo.
Yo sigo creyendo en mejorar mi
equipo, en la mejora individual de cada una de mis jugadoras y en la colectiva
del equipo y por ello trabajo, por ello no bajo la intensidad de los
entrenamientos, por ello mi nivel de exigencia o de machacamiento (según se
mire) debo mantenerlo, cambiando aquello que creo que está mal por mi parte y
metiendo cosas nuevas que, como mínimo suponga aprendizaje.
La historia se va acercando a su
final, podrá ser un fracaso absoluto cifrado en un descenso o en un fracaso
relativo salvando la categoría pero todo ello queda dentro del terreno del
resultado, para mí habrá supuesto una experiencia inolvidable, con jugadoras que
me han demostrado lo que siempre pido, ser amante del baloncesto a las cuales,
seguramente, las habré fallado en muchas cosas, pero seguro que ninguna de
ellas tendrá ni la más mínima duda de mi compromiso con el equipo y así será
hasta el final, lo mismo que yo estoy seguro del que tienen ellas.
Seguiremos luchando, hasta el final, aunque parezca que todo está perdido siempre nos quedará un ápice de fuerza para levantarnos.